El Psicoanálisis es una terapia basada en la exploración del inconsciente a través de la asociación libre.
El psicoanálisis utiliza la introspección retrospectiva, esto es contar sus vivencias pasadas para llegar al conocimiento directo de sus propios estados mentales, para ello, se utilizan todos los recursos de la actividad mental, como son, los sueños, fantasías, actos fallidos, conducta de la persona, la descripción de sus propias vivencias, etc.
La terapia psicoanalítica afirma que en la mente existen contenidos psíquicos inconscientes ocultos a la propia persona, merced a la represión, produciéndose en su vida conflictos y sufrimientos.
“He sido un hombre afortunado. En la vida nada me ha sido fácil”
Sigmund Freud
A través del psicoanálisis estos conflictos se vuelven accesibles, venciendo los propios mecanismos de defensa con los que la persona ha ido omitiendo o minimizando las consecuencias de los acontecimientos de su vida que han ido arrastrando bloqueos y le han producido estrés y trauma, al mantenerse en el inconciente sin resolver
Algunos de estos mecanismos de defensa son:
– la represión, que mantiene alejados de la conciencia los elementos dolorosos.
– el desplazamiento, que se da cuando las ideas se desplazan de un hecho inaceptable o peligroso a uno aceptable.
– la condensación, los sueños que conjugan diversos fragmentos en un mismo elemento.
El Psicoanálisis explica que además de los factores constitucionales y genéticos que constituyen la personalidad y sus desequilibrios, también son de vital importancia otros factores como la experiencia del nacimiento, las tempranas relaciones con los padres, la sexualidad, las pérdidas, los miedos y la manera de vivir la ansiedad.
Estas experiencias son decisivas, se viven en el ámbito familiar, y van estableciendo determinadas pautas de pensamientos y sentimientos, fantasías y relaciones inconscientes e interpersonales, que se encuentran en la raíz de los problemas por los cuales la persona busca ayuda.